lunes, 6 de mayo de 2013

Victoria de Paolini en la primera emboscada del Giro de Italia

Yago Arauz 

Etapas como la de hoy son la seña de identidad del Giro de Italia, las que lo hacen más imprevisible y emocionante con respecto al Tour o la Vuelta. A priori, la etapa de hoy tenía que resolverse al sprint o mediante una fuga de corredores sin importancia para la general. Con 222 quilómetros entre Sorrento y Marina di Ascea, la jornada contaba con las ascensiones a San Mauro Cilento (2ª) y Sella di Catona (3ª), este último a menos de 20 quilómetros para el final. 

De buen seguro los equipos de los sprinters no conocían el final de etapa ni dichas ascensiones, dado que fueron los que comandaron el pelotón durante gran parte de la etapa junto al Sky. Pronto se formaría una fuga que llegó a contar con poco más de siete minutos de ventaja, y de la que el valiente Fabio Taborre fue quién más lejos llegó marchándose en solitario a 50 quilómetros de meta. 

Sin embargo, la orografía y la carretera estrecha provocaron, sin quererlo, una auténtica emboscada que algunos corredores quisieron aprovechar. Pronto empezarían a quedarse Cavendish y el resto de hombres rápidos, y sorprendentemente el Garmin inició un movimiento con Ryder Hesjedal al que se sumó Astana. 

Con la carrera rota en persecución de Taborre, en plena ascensión al alto de tercera se quedaba un reducido grupo de favoritos. En ese momento Hesjedal atacó en solitario y se marchó unos metros por delante, mientras Kangert y Agnoli llevaban la persecución en favor de Nibali. La maglia rosa, Puccio, se quedaba por detrás, y Wiggins tan sólo contaba con la compañía de Henao. 

Una vez neutralizados Hesjedal y Taborre el grupo de favoritos se vio incrementado hasta la trentena de unidades, y fue en el descenso cuando, de nuevo, se volvió a romper en pedazos. Betancur sufría una caída, mientras se cortaban hombres como Pozzovivo y Pellizotti. Por delante atacaba Luca Paolini, marchándose en solitario, y en una curva de 180 grados se caían Gesink y Scarponi. El holandés se reincorporaba sin problemas, pero el italiano de Lampre tuvo que esperar la llegada de un compañero retrasado para cambiarle la bicicleta. 

Al final victoria de etapa y liderato para Luca Paolini, que a sus 36 años debuta a lo grande en un Giro de Italia. Evans y Hesjedal cogieron los segundos de bonificación en un reducido grupo de dieciséis corredores formado por los principales favoritos. El grupo de Pozzovivo y Betancur llegó a 46 segundos, y Scarponi a un minuto. 

Mañana, de nuevo etapa trampa: 246 quilómetros entre Policastro Bussentino y Serra San Bruno, con el alto de Croce Ferrata (2ª) a menos de siete quilómetros de meta. Es una subida bastante tendida de doce quilómetros y medio con un desnivel inferior al 6% y rampas que llegan al 10%. Una vez coronado apenas habrá bajada. Viendo la actitud de hoy de los corredores la batalla es segura, más aún si ningún equipo es capaz de controlarla.

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