Los negocios, buenos y malos, de Víctor Valdés

Por @VMalo8 para DiarioGol.com

Víctor Valdés no ha sabido parar la caída de sus negocios. El mejor portero de la historia del Barça, con un sueldo anual de unos siete millones de euros, encabeza un complejo entramado empresarial que no pasa por su mejor momento. Si bien muchas de sus empresas están saneadas, alguna registró pérdidas al cierre del ejercicio 2011. Entre ellas, la que maneja más dinero de todas: Rivial Inversiones SL.

La compañía que gestiona la comercialización de los derechos de imagen de la Pantera de Gavà cotiza a la baja. Con un capital social suscrito en enero de 2013 de más de tres millones de euros, Rivial Inversiones cerró el último año auditado con unas pérdidas de 136.314,72 euros. Entonces, tenía un total de activos de 16,7 millones y registró unas ventas por valor de más de un millón de euros, pero su deuda a largo plazo era de 7,3 millones.

Valdés, imagen de la marca Penalty y amigo de los posados como modelo, consta registrado en otras dos sociedades: Ziplar Inversiones SL y Big Trading Investments SL. La primera cuenta con un capital suscrito de 506.819 euros y se dedica a negocios inmobiliarios. La segunda, más modesta (tiene un capital de 3.000 euros, el mínimo para una Sociedad Limitada), también tiene fines inmobiliarios y Valdés comparte la administración de la misma con sus dos hermanos, Álvaro y Ricardo. Entre los tres y su padre José Manuel gestionan 11 empresas como mínimo.

Familia de emprendedores

Álvaro Valdés podría decirse que es el empresario de la familia. Según se puede leer en la página web del portero azulgrana, su hermano ejerce también como representante de Víctor. Aunque a todos los efectos, y pese a su costumbre de no firmar contratos de representación, su agente es Ginés Carvajal. Álvaro tiene negocios editoriales (Bynet Action SL y Priset World SL) que compagina con otras sociedades como el Grupo Inmobiliario Val Haus, Modalson Inversiones o la Unió Catalana d’Energies Renovables.

José Manuel Valdés también está vinculado a una inmobiliaria, la compañía Daina Studio Global SL. Asimismo, es el administrador de la empresa de representación Sirea SL desde 1991. Ricardo Valdés, el otro hermano de Víctor, es el especialista en psiquiatría del Instituto Dr. Valdés de Gavà y, además, administra otra inmobiliaria: Opsis Invest SL. El diario catalán El Triangle publicó recientemente que Víctor y Ricardo, más conocido como Ricky, han roto sus relaciones a causa de unas ”inversiones ruinosas” que llevaron a cabo.

¿Una marcha forzada?

Pese al importante número de sociedades que rodea a Víctor Valdés, la situación económica de las que afectan directamente a su patrimonio no es la mejor. Las malas lenguas aseguran que no puede pagar la mansión que se terminó de construir no hace ni un año frente a la playa de Gavà y que ya podría haber puesto a la venta. Aspectos que invitan a pensar que, quizás, su marcha del Barça no responde tanto a la voluntad de “conocer otras culturas” sino a la necesidad de reintegrar sus cuentas bancarias. Especulaciones, al fin y al cabo, que ya sitúan al guardameta en destinos de menos entidad futbolística y mucha cartera como el Mónaco, nuevo rico de la liga francesa, o el Anzhi de Samuel Eto’o.

Valdés, que ha reconocido que le gustaría que sus hijos crezcan en Gavà, abandonará el Barça de manera irrevocable. Así lo han dicho por activa y por pasiva el propio futbolista, su padre, sus representantes, varios miembros de la directiva del club azulgrana, el entrenador Tito Vilanova y algunos de los pesos pesados del vestuario, como Xavi Hernández, que también tiene problemas con sus negocios, o su mejor amigo de la plantilla, Andrés Iniesta.

La principal duda es si hará las maletas al final de esta temporada, dejando algunos ingresos en Can Barça por su traspaso, o esperará a cumplir su contrato, que expira en 2014. Algo que parecía haber ddejado claro después de la comida de despedida que organizó en Can Ferran.