Un Giro a la medida de Wiggins

Yago Arauz 

Hoy arranca en Nápoles la edición número 96 del Giro de Italia. Lo hace con una participación notable, destacando al ganador del pasado Tour, Bradley Wiggins, además de a los italianos Vincenzo Nibali y Michelle Scarponi como principales bazas locales. También ha venido el vencedor de la pasada ronda italiana, Ryder Hesjedal, y nombres ilustres como Samuel Sánchez, Cadel Evans o Robert Gesink. Sin embargo, no estará Joaquim Rodríguez, uno de los grandes animadores de las recientes ediciones, ni Ivan Basso, que causa baja de última hora por un quiste. 

Recorrido 

El trazado que presenta la actual edición está hecho a la medida de un corredor como Wiggins. Como he dicho, la carrera parte desde Nápoles, mañana habrá una crono por equipos de 17 quilómetros, y la primera semana de competición seguirá con etapas llanas y rompepiernas. Serán jornadas nerviosas donde sprinters y cazaetapas buscarán sus oportunidades. 

La segunda semana se iniciará con la contrarreloj individual. Serán casi 55 quilómetros prácticamente planos donde, salvo sorpresa, Wiggins puede poner los cimientos de su victoria. Tras el primer día de descanso, la ansiada montaña hará acto de presencia en la décima etapa con final en el Altopiano del Montasio. Se trata de un puerto de primera con desniveles irregulares que llegan al 20% a menos de tres quilómetros de meta. 

De nuevo, tres etapas de transición hasta el sábado y el domingo, con los finales en Bardonecchia y el Galibier. El primero es un puerto de poco más de siete quilómetros con un desnivel medio cercano al 10%, al que se llegará tras pasar Sestriere. El domingo llegada al coloso del Galibier subiendo por la vertiente del Télégraphe, encadenando prácticamente 35 quilómetros de subida muy irregulares. Ese día también se sube el Col du Mont Cenis, con otros 25 quilómetros de ascensión. 

Tras el segundo día de descanso y dos etapas que superan los 200 quilómetros, la última semana presenta una cronoescalada de 20 quilómetros al puerto de Polsa, un segunda categoría al 5,7% de desnivel medio y sin grandes rampas. A continuación, dos nuevas llegadas en alto antes de finalizar el domingo en Brescia. El viernes etapa corta de 139 quilómetros con tres colosos: Passo Gavia, Stelvio y final en Val Martello. Los tres superan los 20 quilómetros de longitud, los 2000 metros de altura y presentan desniveles destacables. Al día siguiente, la única etapa de montaña que supera los 200 quilómetros, con final en Tre Cime di Lavaredo. El puerto tiene una media superior al 11% en los últimos cuatro quilómetros y viene precedido por cuatro subidas más, entre ellas el Passo Giau. 

Aunque se venda como un Giro para escaladores, lo cierto es que el recorrido es idóneo para un contrarrelojista que se agarre bien en la montaña. Como es Wiggins y como fue en su momento Evans. Es verdad que hay cinco finales en alto, pero salvo en el último no se llega a los 170 quilómetros de etapa, y solo en dos ocasiones se encadenan más de dos puertos. Hay una crono de casi 55 quilómetros plana, y una cronoescalada a un puerto llevadero que no favorecerá a los escaladores. No es un Giro para escaladores. 

Participación 

En cuanto a la participación, el máximo favorito es Bradley Wiggins, y no solo porque el recorrido le favorece, sino porque visto el rendimiento del Sky parece imposible que alguien le haga sombra. Los británicos traen como gregarios de lujo a la pareja de colombianos Urán-Henao, además de corredores como Siutsou o el local Cataldo. Sobre el papel pueden dominar la carrera de principio a fin con su temido trenecito en las etapas de montaña, impidiendo que se mueva nadie y llevando a Wiggins a rueda prácticamente hasta la línea de meta. Por el bien del ciclismo y del espectáculo esperemos que la fórmula les falle. 

Las esperanzas italianas están depositadas en mayor nivel sobre Vincenzo Nibali. Tercero en el pasado Tour, segundo en el Giro 2011 y ganador de la Vuelta 2010, lo cierto es que al ciclista del Astana conocido como “Tiburón” le falta un puntito para ser un dominador de grandes vueltas. No destaca en contrarreloj y tampoco es un escalador puro. Su valiente actitud y su destreza bajando serán sus mejores armas. La otra baza azzurra es Michelle Scarponi. El veterano corredor de Lampre es, probablemente, el mejor escalador, aunque el lastre de la contrarreloj puede ser demasiado para él. 

A partir de aquí, se abre un elenco de corredores llamados a estar entre los primeros. Ryder Hesjedal, vigente ganador, llega en buena forma y con un equipo potente, sin embargo este año no contará con el factor sorpresa que le permitió coger la maglia rosa. Samuel Sánchez se ha marcado una etapa como objetivo, aunque probablemente acabe peleando por el podio. Robert Gesink apuesta este año por el Giro en un nuevo intento por hacer el salto de calidad que prometía años atrás, sin embargo, su bajo rendimiento en Romandía no es esperanzador. 

Otros corredores de nombre que se presentan en la salida son Cadel Evans –que ya no está para la general– Domenico Pozzovivo –tradicional top10 de la carrera– Juanjo Cobo –sin referencia alguna a su estado de forma– Stefano Garzelli –que cumplirá 40 años en julio– o Danilo Di Luca y Franco Pellizzoti –dos corredores que merecen comentario aparte–. 

Por otro lado, vale la pena prestar atención a lo que pueda ser capaz de hacer el joven colombiano de Ag2r Carlos Betancur. Su rendimiento en abril ha sido espectacular: tercero en la Flecha Valona, cuarto en Lieja y séptimo en País Vasco. Todo ello atacando tan pronto la carretera se inclinaba hacia arriba. Si consigue mantener ese punto de frescura va a ser el principal revulsivo de la carrera. En cuanto a los sprinters, el abanico de favoritos lo forman nada más y nada menos que Mark Cavendish, John Degenkolb y Matthew Goss, además de los locales Elia Viviani, Roberto Ferrari o Sacha Modolo. 

Es el Giro, habitualmente la más espectacular de las tres grandes, de manera que al aficionado al ciclismo solo le cabe esperar que pasen cosas, haya ataques, valentía y, sobretodo, que al Sky le falle la ciencia.