Boniface Ndong y Erazem Lorbek en el Palau Blaugrana | Foto: Víctor Malo |
Los azulgrana mantienen la fortaleza defensiva que les ha llevado a ser, posiblemente, la mejor defensa de Europa de los últimos tiempos, pero a nivel ofensivo el bajón ha sido considerable. Todo influye: las numerosas bajas de jugadores que fueron importantes la temporada pasada, el nivel no lo suficientemente alto hasta ahora de las nuevas incorporaciones y la irregularidad de los pilares ofensivos de la plantilla.
A pesar de las adversidades, el Barça llega en un solvente estado de forma a la fase final de la temporada y con la mayoría de los objetivos cumplidos: "ganar" la liga y clasificarse para la Final Four de Estambul. Tan solo se ha quedado en el tintero la revalidación del título de la Copa del Rey. En cuanto a la mayor competición europea, se decide este fin de semana aunque, en esta ocasión, los de Pascual no parten como favoritos. Pero a nadie se le escapa que son un rival extremadamente peligroso.
Los jugadores que no han podido alcanzar todavía su estado óptimo muestran mejores sensaciones y, si todo marchase según lo previsto, llegarían en plenas facultades para jugar los partidos más bonitos y competidos del año. Desgraciadamente, los contratiempos de última hora no dan tregua a los más exigidos. Sobre el nivel de la plantilla en estos momentos, podemos hacer una radiografía diviéndola en dos grupos:
Los veteranos consagrados
Juan Carlos Navarro finaliza una penetración | Foto: Víctor Malo |
En este grupo se engloban los pilares fundamentales del equipo. Los que deben asumir galones. La mayoría de ellos lleva varios años ya en el cuadro que dirige Xavi Pascual, son jugadores con experiencia en grandes citas y, concretamente, en la Final Four. Por edad y peso en el equipo podemos destacar a tres: Juan Carlos Navarro, Pete Mickeal y Boniface Ndong. El caso de Navarro es a parte, ya que no hay discusión sobre su papel como emblema, máxima referencia y mejor jugador del equipo. El problema viene porque en las últimas horas se ha hecho público que sigue con molestias por la fascitis plantar que lleva arrastrando casi toda la temporada. De hecho, ya se perdió el último partido de liga contra el Assignia Manresa y se desconoce hasta qué punto está mermado o no para afrontar un reto como el que comienza mañana.
Luego están Mickeal y Ndong, tercer año de ambos en el Barça y jugadores decisivos en la consecución de los últimos títulos. Si bien Ndong está acariciando la perfección esta temporada, siendo uno de los jugadores más regulares y en forma, Mickeal ha estado algo más renqueante por sus problemas físicos. Pero llega al tramo final con las pilas cargadas y desde el cuerpo técnico se espera mucho de él. Sin embargo, también se acaban de encender las alarmas sobre el estado del senegalés. Según parece, Ndong tiene un virus intestinal que podría suponer que, como Navarro, tampoco llegue mañana al 100%.
A este grupo cabe añadir dos jugadores más. Por un lado, indiscutiblemente, Erazem Lorbek. El esloveno no se puede considerar veterano por edad (nacido en el 84), pero su importancia y aportación al conjunto es tal que nadie osa discutir que sea una pieza imprescindible y probablemente el jugador más importante después de Navarro. Ha rendido a un nivel formidable todo el año, y su única pega tal vez sea que es de los pocos que ha bajao sensiblemente su aportación en los últimos partidos. Por otro lado está Chuck Eidson. Este sí que cumple con los requisitos de veteranía, experiencia y talento, pero siendo su primer año en el equipo, aún está un poco en entredicho el peso específico que tiene. No obstante, pasa por su mejor momento y es de aquellos jugadores que se crecen ante las adversidades.
Los jugadores 'in crescendo'
En este segundo grupo tenemos un abanico de jugadores más amplio. Primeramente cabe destacar a Víctor Sada y Fran Vázquez. Dos piezas básicas del equipo que además llevan varios años siendo parte de la plantilla y aportando dosis de buen baloncesto. Sin embargo, hay que decir que estos dos jugadores son la noche y el día. Mientras Víctor Sada es el paradigma de la regularidad, de la constancia y del trabajo, Fran Vázquez es un jugador con un estado de ánimo muy sensible. El gallego viene de hacer dos muy buenas campañas, pero esta temporada ha flojeado cediendo protagonismo a Ndong, y está por ver si será capaz de retomar su mejor versión en este momento clave de la temporada. Parece que va en auge, pero no deja de ser una incógnita.
De otra parte, tenemos al grupo de jugadores que se han incorporado más recientemente y que no tienen experiencia en partidos de este calibre ni, concretamente, en la Final Four. Hablamos de Marcelinho Huertas, CJ Wallace, Joe Ingles, Kosta Perovic y Xavi Rabaseda. Los tres primeros actualmente plasman el buen rollo de la plantilla. Para tranquilidad del barcelonismo, ese bienestar les aporta un grado de confianza que se traduce en puntos y mejores aportaciones en todas las facetas del juego. Sus conversaciones y bromas vía twitter son habituales y denotan un estado anímico que seguramente no tenían hasta ahora por el proceso de adaptación que atraviesa todo jugador recién llegado.
El caso de Marcelinho es una excepción, ya que tiene más experiencia que el resto y a pesar de ser su primer año en el Barça, ha rendido con suficiencia toda la temporada en una posición tan delicada como elemental. Wallace e Ingles parece que tienen un importante grado de compenetración y están en puntos paralelos. Ingles lleva un año más en el Barça, pero es ahora cuando está empezando a soltarse, dando brillo a su juego. Wallace, del mismo modo, ha encontrado su mejor versión de la temporada en los últimos partidos, y ambos se perfilan como jugadores de segunda línea que pueden desarrollar un papel fundamental en esta Final Four.
En cuanto a Perovic y Rabaseda, son casos diferentes: los jugadores que cuentan con menos minutos y que no encuentran una estabilidad. La situación de Perovic se asemeja más a la de los jugadores que coméntabamos antes. Fichado la temporada pasada, está atravesando un proceso de adaptación prolongado, pero lo cierto es que su rendimiento está siendo peor de lo esperado. El de Ripoll, en cambio, es jugador de la casa pero también el más joven de la plantilla y, por todos es sabido que en estos casos se requiere paciencia y mucho trabajo constante. Tendrán pocos minutos si es que Pascual les da alguno.
Para terminar, os dejo un vídeo que da buena cuenta de la gran relación que impera entre los jugadores "in crescendo" que comentábamos antes. Joe Ingles pregunta, Wallace responde:
El caso de Marcelinho es una excepción, ya que tiene más experiencia que el resto y a pesar de ser su primer año en el Barça, ha rendido con suficiencia toda la temporada en una posición tan delicada como elemental. Wallace e Ingles parece que tienen un importante grado de compenetración y están en puntos paralelos. Ingles lleva un año más en el Barça, pero es ahora cuando está empezando a soltarse, dando brillo a su juego. Wallace, del mismo modo, ha encontrado su mejor versión de la temporada en los últimos partidos, y ambos se perfilan como jugadores de segunda línea que pueden desarrollar un papel fundamental en esta Final Four.
En cuanto a Perovic y Rabaseda, son casos diferentes: los jugadores que cuentan con menos minutos y que no encuentran una estabilidad. La situación de Perovic se asemeja más a la de los jugadores que coméntabamos antes. Fichado la temporada pasada, está atravesando un proceso de adaptación prolongado, pero lo cierto es que su rendimiento está siendo peor de lo esperado. El de Ripoll, en cambio, es jugador de la casa pero también el más joven de la plantilla y, por todos es sabido que en estos casos se requiere paciencia y mucho trabajo constante. Tendrán pocos minutos si es que Pascual les da alguno.
Para terminar, os dejo un vídeo que da buena cuenta de la gran relación que impera entre los jugadores "in crescendo" que comentábamos antes. Joe Ingles pregunta, Wallace responde:
No hay comentarios:
Publicar un comentario