viernes, 2 de diciembre de 2011

Aquellos sangrientos años '30

El arte de hacer extremadamente atractivo lo más peligroso

Escena de acción, con Paul Muni a la cabeza, de Scarface, El terror del hampa
El cine negro es uno de los géneros clave en la historia del cine. La oscuridad e intriga de sus personajes es pura seducción, y sus orígenes se remontan a principios del siglo XX. El surgimiento de este cine va de la mano de la aparición de las mafias en Estados Unidos. Sin saberse bien el éxito posterior que tendría, se empezó a hacer un cine de protesta contra una peligrosa situación social que a su vez impregnaba de un aire extremadamente atractivo a sus protagonistas, los delincuentes. Y es que lo malo o lo prohibido a menudo va estrechamente ligado a aquello que más nos seduce.

Mi predilección por el cine negro y relacionado con gángsters, mafias y femmes fatales, me llevó a recuperar algunas cintas de los años 30 y 40, de entre las cuales, merecen especial mención dos de ellas. No sólo por lo bien que exponen un género que a pesar de haber ido evolucionando con los años, mantiene muchos rasgos en común con sus orígenes, sino por lo bien rodadas que están. Películas claras, no alargadas innecesariamente, que te cuentan aquello que quieren en el tiempo preciso, con eficacia y honestidad. Supongo que soy un amante de los mensajes directos.  

Portada de Scarface, El terror del hampa
Scarface, El terror del Hampa (1932), es una dura crítica que hizo un director clave, Howard Hawks, contra el gobierno estadounidense de la época, que en tiempos de la ley seca vio como las grandes ciudades de América se poblaban de gángsters especializados en el contrabando de bebidas alcohólicas. En este caso nos ambientamos en Chicago, y en la irrupción del famosísimo Al Capone, conocido en el film como Tony Camonte "Caracortada" (interpretado por Paul Muni). Es una película ineludible que explica el ansía de poder de un personaje que se hará el gangster más peligroso de la ciudad a base de ir aniquilando a sus rivales más importantes. La retorcida mente del protagonista se resume en una frase 'El mundo es tuyo', clave de la película, puesto que Camonte parece dispuesto a hacer lo que haga falta para conseguir tener el mundo a sus pies. Posteriormente, en 1983, Brian de Palma estrenó un remake, Scarface, El precio del poder. Interpretado por Al Pacino, es una obra maestra del cine de mafias.


Portada de Los violentos años veinte
El otro peliculón del cine negro que me quité la espina de no haber visto todavía, es un film con algo menos de reputación. Los violentos años 20 (1939), cuenta la historia de tres excombatientes de la Primera Guerra Mundial que regresan a Estados Unidos en plena recesión ecónomica, y pasan por serias dificultades para conseguir trabajo. El destino los acabará cruzando irremediablemente y los ligará de una u otra manera al mundo de los negocios ilegales, también mediante el tráfico de alcohol. Una gran película con una narrativa impecable que, sobre todo en la introducción, hace una contextualización social de la época impresionante. Dirigida por Raoul Walsh, tiene entre sus protagonistas al mítico Humphrey Bogart, interpretando al buen gángster: inteligente, metículoso, frío, calculador, sin escrúpulos... Le acompaña un genial James Cagney que no puedo evitar que me recuerde a Joe Pesci (la eterna pareja de acción de Robert De Niro en las películas de Scorsese), por la pasmosa facilidad que tienen ambos para convencer con personajes que pasan de la conversación tranquila al estado de ira salvaje en cuestión de segundos. Las palizas que propinan son de leyenda. Un clásico.

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