Ya van 17 temporadas en la NBA. Todas ellas rindiendo a un nivel impresionante en la faceta individual. A sus 34 años, cobra 27 millones de dólares, una cifra que alcanzará los 30 millones en la campaña 2013/14. Sin embargo, Kobe Bryant empieza a plantearse su retirada. “¿Realmente quiero seguir? ¿Tengo ese hambre para continuar preparándome al más alto nivel?”, se pregunta la ‘Mamba Negra’ en una entrevista a CBS Sports Berger. “Uno nunca puede estar seguro, pero tres años me parecen muchos para seguir al máximo nivel de entrenamiento, preparación y salud”, desliza.
Corazón color oro y púrpura
Kobe Bryant (23 de agosto de 1978, Pensilvania), fue el 13 seleccionado del Draft de 1996. Una posición muy baja teniendo en cuenta sus prodigiosas cualidades físicas y técnicas. En aquella lista figuraban los nombres de otras futuras estrellas de la NBA como Allen Iverson (1), ya retirado, Marcus Camby (2), Stephon Marbury (4), Ray Allen (5), Antoine Walker (6) o Steve Nash (15), que ahora comparte equipo con Bryant. Ninguno ha logrado tantos éxitos como él.
Se han machacado muchas canastas desde que los Hornets lo traspasaron a los Lakers a cambio del mítico pívot serbio Vlade Divac. Kobe debutó en la NBA luciendo la camiseta oro y púrpura de la histórica franquicia angelina, y allí se ha mantenido durante estas 17 temporadas. Una fidelidad inusual en el deporte de élite.
Especialista en romper registros y acumular trofeos
En todos estos años, Bryant ha sumado un palmarés espectacular. A sus espaldas, cinco anillos de la NBA, un MVP de la Liga Regular (2008), máximo anotador de la NBA en dos temporadas consecutivas (2006 y 2007), y dos MVP de las finales (2009 y 2010). A ello hay que añadir dos medallas de oro olímpicas y un sinfín de registros secundarios, como el de máximo anotador de la historia del All Star (271 puntos), el récord de triples consecutivos metidos en un partido (9) y el total de triples en un encuentro (12). Aspectos que dejan en casi nada los 29 récords que acumula con los Lakers en particular.
Aunque no se ha movido de Los Ángeles, han pasado muchas caras nuevas a su vera desde que comenzó. La más destacable, la del gran Shaquille O’neal, que formó una pareja letal con el escolta. Juntos devolvieron a los Lakers a lo más alto, con tres anillos consecutivos (2000, 2001 y 2002). Discrepancias personales entre las dos superestrellas acabaron con una de las sociedades más fructíferas que ha dado la NBA, y se precipitó la salida del pívot a Miami.
Bryant atravesó una larga sequía de siete años, hasta que volvió a conquistar el anillo de campeón. De la mano de Pau Gasol, los Lakers regresaron a la cima. El de Sant Boi se convirtió en la alternativa anotadora perfecta para Bryant, y ambos conquistaron dos nuevos campeonatos para los Lakers (2009 y 2010), en tres finales consecutivas.
Futuro incierto a la par que prometedor
Con su reciente oro olímpico en Londres 2012, la ‘Mamba Negra’ está a punto de iniciar otra campaña más que prometedora. Los Lakers han formado un equipo de ensueño que, junto a Bryant y Gasol, incorpora al base Steve Nash y a Dwight Howard, el pívot más poderoso de la liga. Sin embargo, Kobe ya empieza a ver el final del camino. Veremos cuantos kilómetros le quedan.
Corazón color oro y púrpura
Kobe Bryant (23 de agosto de 1978, Pensilvania), fue el 13 seleccionado del Draft de 1996. Una posición muy baja teniendo en cuenta sus prodigiosas cualidades físicas y técnicas. En aquella lista figuraban los nombres de otras futuras estrellas de la NBA como Allen Iverson (1), ya retirado, Marcus Camby (2), Stephon Marbury (4), Ray Allen (5), Antoine Walker (6) o Steve Nash (15), que ahora comparte equipo con Bryant. Ninguno ha logrado tantos éxitos como él.
Se han machacado muchas canastas desde que los Hornets lo traspasaron a los Lakers a cambio del mítico pívot serbio Vlade Divac. Kobe debutó en la NBA luciendo la camiseta oro y púrpura de la histórica franquicia angelina, y allí se ha mantenido durante estas 17 temporadas. Una fidelidad inusual en el deporte de élite.
Especialista en romper registros y acumular trofeos
En todos estos años, Bryant ha sumado un palmarés espectacular. A sus espaldas, cinco anillos de la NBA, un MVP de la Liga Regular (2008), máximo anotador de la NBA en dos temporadas consecutivas (2006 y 2007), y dos MVP de las finales (2009 y 2010). A ello hay que añadir dos medallas de oro olímpicas y un sinfín de registros secundarios, como el de máximo anotador de la historia del All Star (271 puntos), el récord de triples consecutivos metidos en un partido (9) y el total de triples en un encuentro (12). Aspectos que dejan en casi nada los 29 récords que acumula con los Lakers en particular.
Aunque no se ha movido de Los Ángeles, han pasado muchas caras nuevas a su vera desde que comenzó. La más destacable, la del gran Shaquille O’neal, que formó una pareja letal con el escolta. Juntos devolvieron a los Lakers a lo más alto, con tres anillos consecutivos (2000, 2001 y 2002). Discrepancias personales entre las dos superestrellas acabaron con una de las sociedades más fructíferas que ha dado la NBA, y se precipitó la salida del pívot a Miami.
Bryant atravesó una larga sequía de siete años, hasta que volvió a conquistar el anillo de campeón. De la mano de Pau Gasol, los Lakers regresaron a la cima. El de Sant Boi se convirtió en la alternativa anotadora perfecta para Bryant, y ambos conquistaron dos nuevos campeonatos para los Lakers (2009 y 2010), en tres finales consecutivas.
Futuro incierto a la par que prometedor
Con su reciente oro olímpico en Londres 2012, la ‘Mamba Negra’ está a punto de iniciar otra campaña más que prometedora. Los Lakers han formado un equipo de ensueño que, junto a Bryant y Gasol, incorpora al base Steve Nash y a Dwight Howard, el pívot más poderoso de la liga. Sin embargo, Kobe ya empieza a ver el final del camino. Veremos cuantos kilómetros le quedan.
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