sábado, 24 de noviembre de 2012

La NBA y el cuestionable negocio que la rodea



En la madrugada del miércoles (1/11/2012) comienza la NBA. La mejor liga de baloncesto y la competición deportiva más seguida en todo el mundo. Celtics-Heat, Lakers-Mavericks, y Wizards-Cavaliers abren la veda de un campeonato con muy poco descanso y que tiene las miras puestas, cada vez más, en el mercado chino.

Parcela deportiva

Unos Lakers multimillonarios presentan un equipo de muchos ‘kilos’ para tratar de reconquistar el anillo de campeones. Las incorporaciones de Nash y Howard, junto a Bryant, World Peace y Gasol, conforman un quinteto titular tan temible como indiscutible, que a lo largo de la agotadora temporada podría acusar su poco fondo de armario. Sin embargo, los favoritos siguen siendo los Miami Heat de James, Wade, Bosh y, ahora, también Ray Allen. Sin olvidar otras franquicias poderosas como Boston Celtics (que incorpora a Jason Terry), los Oklahoma City Thunder de Ibaka y Durant, los veteranos Spurs o los Chicago Bulls de Derrick Rose.

Los españoles Marc Gasol, José Manuel Calderón, Ricky Rubio (en fase de recuperación y con un equipo que apunta maneras gracias a las llegadas de los rusos Kirilenko y Shved) y el ‘rookie’ Víctor Claver, también tienen altas expectativas. Sin ser opciones realistas para conquistar el anillo, son firmes aspirantes a los Play Off, especialmente los Grizzlies y los Timberwolves.

Parcela económica

Sin embargo, la NBA esconde algunas miserias entre la multitud de estrellas que aglutina y el espectáculo construido en torno a ellas. David Stern ha situado a la competición en un punto tan óptimo como censurable. Con unos ingresos de 3.400 millones de euros por temporada, hay una clara división entre ‘ricos’ y ‘pobres’. 15 franquicias, la mitad, atraviesan penurias económicas que se plasman en considerables pérdidas de dinero. Las otras 15 se pueden permitir tener a 13 jugadores entre los 100 deportistas mejor pagados del mundo. Entre ellos está Pau Gasol, que cobra 15 millones de euros, y Kobe Bryant, el mejor pagado de la liga, que ronda los 21 millones.

Pese a ello, los jugadores perciben menos porcentaje del total que genera la NBA, fruto de las negociaciones del ‘lockout’ del año pasado. Antes, ganaban un 57% del total, ahora un 50%. También los aumentos anuales de sus salarios se vieron moderados. Del 10% anterior, al 7,5% actual. Lo que no quita que las cifras sigan siendo estrambóticas. Como no podía ser de otro modo, también las televisiones contribuyen a la causa, con la soberana aportación de 1.000 millones de dólares (770 millones de euros). Contrasta, en cambio, el descenso de espectadores en las canchas de la NBA, que está en unos 18.000 aficionados de media, muy por detrás de los 67.000 que congrega la NFL de fútbol americano o de los 30.000 de la MLB de béisbol.

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