miércoles, 15 de agosto de 2012

Las medallas más mojadas


El martes 7 de agosto de 2012 fue la fecha clave para los intereses de la delegación española en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En un solo día, España consiguió el mismo número de medallas (3) que había conseguido desde la fecha oficial de inicio de las olimpiadas (27 de julio).
Una jornada que habrá que marcar en rojo como ejemplo de lo que debería haber sido y no fue, en relación a los JJOO que está protagonizando España este año.
De hecho, la jornada del martes en sí misma fue mejor que todos los otros días juntos por dos razones fundamentales. La primera, que por fin se consiguió una medalla de oro. La segunda, que pese a ser tres medallas oficiales las que se lograron, en realidad habría que hablar de cuatro, ya que el balonmano femenino se metió en su final dejando garantizada, como mínimo, otra plata.

La jornada del martes
Empezó con la plata en triatlón de Javier Gómez Moya. Carrera contra el sufrimiento y primera gesta histórica del día: España jamás había obtenido medalla olímpica en triatlón. Tras superar las etapas de natación, ciclismo y carrera a pie, el triatleta llegaba exhausto y reconocía que "llevaba persiguiendo esto desde el 2005". 
Continuó de la mejor manera posible, con el primer oro de la delegación española en las presentes olimpiadas. Se hacía con él, merecidamente, Marina Alabau en la modalidad de vela RS-X. Tras una victoria en que la sevillana se mostró intratable, la propia windsurfista aseguraba lo siguiente: "Siempre que he empezado una competición ganando la primera regata, me he mantenido arriba hasta el final. Por eso, cuando gané la primera prueba tuve claro que tenía que ganar".
La tercera satisfacción de la jornada llegaba poco después. La pareja de natación sincronizada, compuesta por Andrea Fuentes y Ona Carbonell, conquistaba la plata después de deleitar al mundo con una coreografía fabulosa del tango "La Cumparsita". Las sirenas catalanas remontaban a las chinas en la prueba final y mantenían el listón de unos años que vienen siendo gloriosos para la 'danza acuática'.
Para terminar, y sin medalla todavía en sus manos, las chicas del waterpolo se clasificaban para la final olímpica tras vencer a Hungría por 9-10. El hecho de llegar a la final ya les garantiza la medalla de plata. Es por ello que, extraoficialmente, puede considerarse la cuarta presea del martes. No obstante, no hay que olvidar que las chicas aspiran a obtener otro oro olímpico para la delegación española. Todo ello en un contexto inédito, pues es la primera vez en la historia de España que el waterpolo femenino acude a una cita olímpica.

Medallas pasadas por agua
La nota curiosa de la jornada es que de las seis medallas (siete si contamos el waterpolo) que ha conseguido España en lo que va de olimpiadas, todas han sido pasando por el agua. Si no en su totalidad en alguno de los casos, sí en parte. Por eso ya se puede hablar de las medallas más mojadas de la historia de España. La proporción ahora mismo es del 100%.
Las dos primeras platas las obtuvo Mireia Belmonte en natación (200 metros mariposa y 800 metros libres). Entre medio, Maialen Chourraut lograba el bronce en kayak (K-1).
El martes llegó otra plata con el triatlón de Gómez Noya. Si bien esta disciplina no es totalmente acuática, sí que lo es en un tercio, ya que se compone de tres pruebas una de las cuales es la natación. Con lo cual, la medalla de Gómez Noya también se logró a través del agua.
Después vinieron la de oro de Marina Alabau en windsurf (RS-X) y la de plata en la natación sincronizada por parejas. Por último, resta destacar el waterpolo que, formalismos a parte, ya tiene premio seguro. Siete medallas para España. Las siete, pasadas por agua.

* Artículo escrito para Diario Gol. 

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