El martes 7 de agosto de 2012 fue la fecha clave para los intereses
de la delegación española en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En un
solo día, España consiguió el mismo número de medallas (3) que había
conseguido desde la fecha oficial de inicio de las olimpiadas (27 de
julio).
Una jornada que habrá que marcar en rojo como ejemplo de lo que
debería haber sido y no fue, en relación a los JJOO que está
protagonizando España este año.
De hecho, la jornada del martes en sí misma fue mejor que todos los
otros días juntos por dos razones fundamentales. La primera, que por fin
se consiguió una medalla de oro. La segunda, que pese a ser tres
medallas oficiales las que se lograron, en realidad habría que hablar de
cuatro, ya que el balonmano femenino se metió en su final dejando
garantizada, como mínimo, otra plata.
La jornada del martes
Empezó con la plata en triatlón de Javier Gómez Moya. Carrera contra
el sufrimiento y primera gesta histórica del día: España jamás había
obtenido medalla olímpica en triatlón. Tras superar las etapas de
natación, ciclismo y carrera a pie, el triatleta llegaba exhausto y
reconocía que "llevaba persiguiendo esto desde el 2005".
Continuó de la mejor manera posible, con el primer oro de la
delegación española en las presentes olimpiadas. Se hacía con él,
merecidamente, Marina Alabau en la modalidad de vela RS-X. Tras una
victoria en que la sevillana se mostró intratable, la propia
windsurfista aseguraba lo siguiente: "Siempre que he empezado una
competición ganando la primera regata, me he mantenido arriba hasta el
final. Por eso, cuando gané la primera prueba tuve claro que tenía que
ganar".
La tercera satisfacción de la jornada llegaba poco después. La pareja
de natación sincronizada, compuesta por Andrea Fuentes y Ona Carbonell,
conquistaba la plata después de deleitar al mundo con una coreografía
fabulosa del tango "La Cumparsita". Las sirenas catalanas remontaban a
las chinas en la prueba final y mantenían el listón de unos años que
vienen siendo gloriosos para la 'danza acuática'.
Para terminar, y sin medalla todavía en sus manos, las chicas del
waterpolo se clasificaban para la final olímpica tras vencer a Hungría
por 9-10. El hecho de llegar a la final ya les garantiza la medalla de
plata. Es por ello que, extraoficialmente, puede considerarse la cuarta
presea del martes. No obstante, no hay que olvidar que las chicas
aspiran a obtener otro oro olímpico para la delegación española. Todo
ello en un contexto inédito, pues es la primera vez en la historia de
España que el waterpolo femenino acude a una cita olímpica.
Medallas pasadas por agua
La nota curiosa de la jornada es que de las seis medallas (siete si
contamos el waterpolo) que ha conseguido España en lo que va de
olimpiadas, todas han sido pasando por el agua. Si no en su totalidad en
alguno de los casos, sí en parte. Por eso ya se puede hablar de las
medallas más mojadas de la historia de España. La proporción ahora mismo
es del 100%.
Las dos primeras platas las obtuvo Mireia Belmonte en natación (200
metros mariposa y 800 metros libres). Entre medio, Maialen Chourraut
lograba el bronce en kayak (K-1).
El martes llegó otra plata con el triatlón de Gómez Noya. Si bien
esta disciplina no es totalmente acuática, sí que lo es en un tercio, ya
que se compone de tres pruebas una de las cuales es la natación. Con lo
cual, la medalla de Gómez Noya también se logró a través del agua.
Después vinieron la de oro de Marina Alabau en windsurf (RS-X) y la
de plata en la natación sincronizada por parejas. Por último, resta
destacar el waterpolo que, formalismos a parte, ya tiene premio seguro.
Siete medallas para España. Las siete, pasadas por agua.
* Artículo escrito para Diario Gol.
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