jueves, 16 de febrero de 2012

El Basket formativo de primer nivel se da cita en el 'Rey de Reyes' de Castelldefels

La IV edición del torneo infantil de Reyes de Castelldefels se salda con la coronación del Joventut de Badalona como campeón

Lanzamiento a cansata de Álex Padrós de la "Peña" en la final contra el Barça

Son muy jóvenes, niños todavía, pero en sus manos, piernas y mentes atesoran un talento privilegiado. Lo más complicado es hacer madurar esas facultades. A sus 13 o, a lo sumo, 14 años de edad, está por descubrir todo lo que llevan dentro, y la clave consiste en encontrar la manera de pulirlos adecuadamente y de potenciar sus cualidades. Por mucha calidad que tengan, al final dependen de la formación que reciben. Y, para ello, hace falta algo más que entender de baloncesto.

Esa es la razón por la que el pasado 6 de enero, nacionalmente conocido como “el día de Reyes”, aguardaba un presente especial en la ciudad de Castelldefels. Un regalo en forma de torneo de baloncesto que congregaría, por cuarto año consecutivo, a los jóvenes talentos de las canteras más prometedoras de toda España.

La característica esencial del torneo, durante su breve pero intensa existencia, ha sido la de reunir a los mejores jugadores del panorama nacional en edad infantil para ponerlos a prueba (en este caso hablamos de los chicos nacidos durante el año 1998).

En esta cuarta y última edición, se juntaron en la misma cancha los siguientes clubes invitados: FC Barcelona, Real Madrid, Joventut de Badalona, ASEFA Estudiantes (Madrid), Unicaja de Málaga, Basket Manresa, Helios Zaragoza, CB Cornellà, Sant Josep de Girona, CB Hospitalet y Sant Josep de Badalona. Además, claro está, del club organizador, el CB Castelldefels.

Doce conjuntos con chicos de la misma edad, aunque de diferentes niveles, que se midieron a lo largo de una eliminatoria que duró tres días, y que se desarrolló en base a cuatro grupos compuestos por tres equipos cada uno. Así, el primer clasificado de su respectivo grupo pasó a semifinales, mientras que los segundos lucharon por el quinto, el sexto, el séptimo y el octavo puesto. Por último, los colistas de cada grupo, se enfrentaron por las restantes posiciones.

La apertura del evento, el mismo día de Reyes, pudo suponer algún que otro contratiempo para más de un niño que, o bien adelantaron un día la recogida de los regalos, o bien tuvieron que madrugar como valientes para abrirlos a primerísima hora de la mañana y luego desplazarse al torneo. En cualquier caso, como buenos deportistas, una vez calzadas las botas y dados los primeros brincos sobre el parqué, el tema “regalos” quedó en el olvido y se concentraron en hacer aquello que más les gusta: jugar a basket. Como apuntó Gabriel Álvaro, técnico de Estudiantes: “Los chiquillos han vivido esto como un gran regalo de Reyes y no es para menos, porque mejor regalo que venir a jugar con las mejores canteras y con las gradas llenas... Ya me dirás tú”. 

Yun Zhang Sun Lin del Castelldefels busca un semi-gancho frente al FC Barcelona

Durante la competición se vivieron todo tipo de situaciones y emociones. Desde auténticas palizas (Castelldefels, 15 – Barça, 107), hasta partidos ajustadísimos, decididos en el último suspiro (Madrid, 51 – Manresa, 49), o remontadas espectaculares (Estudiantes se repuso de un 39-26 al descanso contra Sant Josep de Badalona, y acabó venciendo por 59-66). Pero ante todo, se vio buen baloncesto y se pudieron descubrir, más de cerca, algunos de los secretos del basket de formación. Cómo tratar a los jugadores, qué grado de responsabilidad atribuirles y qué grado debe corresponder al entrenador, si requiere más atención la técnica individual o es necesario empezar a inculcar los conceptos del juego colectivo a tan temprana edad..., fueron algunos de los aspectos que se tuvieron en cuenta.

De hecho, una de las finalidades más importantes del torneo, además de pasarlo bien, era tomar la medida a estos jóvenes talentos enfrentándolos (deportivamente) a los mejores jugadores de su edad, para así analizar su desarrollo y tratar de ayudarlos a que puedan llegar lo más lejos posible. Aunque son excesivamente jóvenes, esta etapa juega un papel fundamental en su evolución.

Curiosamente, no fueron muchos los técnicos que se atrevieron a vaticinar alguna futura estrella. El entrenador de Unicaja de Málaga, Manuel Bazán, hizo una reflexión muy clara al respecto: “Apostar ahora por alguien es muy difícil, te equivocas seguro, y la verdad que si nos guiamos por estadísticas, son poquitos los que llegan, pero ojalá salgan muchos”.  

El técnico del Barça, Xavi Mas, se mostró en una línea de precaución similar, aunque apuntó algunos factores que pueden ser elementales: “Todo dependerá, primero de la capacidad y ganas que tengan de trabajar, después de su evolución física y, en última instancia, de que les respeten un poco las lesiones”. Además, el entrenador azulgrana avisó de que “hay jugadores que aún no han dado el salto físico, con lo que no pueden sacar ventajas por fuerza, sino que tienen que hacerlo por técnica individual. Si llegado el momento evolucionan fisicamente como esperamos, seguramente serán estos jugadores los que realmente tendrán las opciones de llegar”.

Gabriel Álvaro coincidió en que “por su proyección física, por su proyección genética y por su capacidad conceptual, hay varios jugadores que están en esa terna, pero aventurarnos a decir un nombre es muy dificícil. Las canteras de equipos ACB deben enfocar su trabajo a la formación de estos jugadores, pero luego hay cosas que tanto a los técnicos como a los jugadores se les escapan de las manos porque no dependen de ellos. Pero, ¿Por qué no decir en un futuro que hace cuatro años en Castelldefels hubo siete jugadores que llegaron arriba?”. Sin embargo, Álvaro sí se atrevió, finalmente, a destacar uno de sus jugadores: Félix Escario, un portento atlético.  

El entrenador del Real Madrid, Alberto Codeso, también reflexionó sobre el asunto: “Llevo ocho años en el Madrid y he visto muchos jugadores cadetes que parecía que iban a ser increíbles y no han hecho nada por una u otra razón..., y al contrario, jugadores que en infantiles no destacaban nada y que, o bien crecen, o por lo que sea se animan, y luego son muy grandes jugadores arriba”. El técnico blanco también se animó a hablar sobre uno de sus pupilos: “Tenemos un jugador que no ha venido, mide de más de dos metros y está coordinado. Evidentemente, ese chico es una prioridad en nuestro equipo y una apuesta de futuro”. 

Adrià Arqué, del Barça, frente a Pablo Poyatos, del Madrid, en la final de 1x1

Pero no solo se expresaron los entrenadores. En concreto, el talentoso alero del FC Barcelona, Adrià Arqué, explicó que “de siempre mi sueño ha sido llegar a la ACB con el Barça, pero hay que ser realista, llega uno de un millón”. El jugador, en edad preinfantil, fue el ganador del torneo de uno contra uno frente a otro jugador destacado, Pablo Poyatos, del Real Madrid. El catalán, pese a la victoria, siempre dio señas de una llamativa madurez que atribuyó a su ídolo: Pep Guardiola. Por último nos dejó una frase en clave de humor, parafrasenado al propio Guardiola, para explicar lo que supuso venir a jugar el día de Reyes: “Nos tuvimos que levantar bien pronto, bien pronto, bien pronto, para poder abrir los regalos, y luego vinimos corriendo al torneo”. 
 
Durante el campeonato, quedó patente que el baloncesto formativo catalán es uno de los que está más en forma, ya que hasta tres conjuntos catalanes (Barça, “Peña” y Cornellà) se plantaron en las semifinales del torneo, por uno madrileño (Estudiantes). La antesala de la final deparó dos partidos apasionantes y reñidos hasta que expiró el tiempo de juego. Ambos se decidieron en el último cuarto y brindaron al espectador un derbi catalán para la ansiada final: FC Barcelona - Joventut de Badalona.

Los verdinegros se impusieron con solvencia en una gran segunda parte y cerraron el partido con 20 puntos de diferencia sobre los azulgranas (56-76). De este partido salió el MVP del torneo, Gerard Rodríguez, que al acabar hizo gala de una excepcional humildad, pese a que estaba radiante: “Si el Barça hubiese jugado con los siete jugadores que tenían con la selección catalana hubiese costado mucho. A nosotros nos faltaban tres que son muy buenos, y era mi oportunidad. Creo que la he aprovechado”. Además, siempre con cautela, reconoció que “me gustaría jugar en la NBA”.

Los jugadores del Joventut de Badalona, equipo campeón del torneo

El “Rey de Reyes” (como se nombró al torneo en su día) no deja de ser un fenómeno singular, ya que está organizado por un club muy familiar, como es el Club de Bàsquet Castelldefels, cuyo equipo senior juega en segunda catalana, a años luz de los primeros equipos de los clubes que suelen conformar este campeonato. Si la situación económica global de los últimos años es negativa a nivel general, podríamos decir que es especialmente desfavorable en el mundo del deporte, donde nos encontramos a diario con casos de entidades deportivas gravemente endeudadas y/o en concurso de acreedores. Por ello tiene especial mérito que un club de este tamaño, y de escaso patrimonio en sus arcas, pueda llevar a cabo una iniciativa de semejante calibre.

Un montante global de aproximadamente 4.000 euros son las pérdidas que ocasionó la organización del torneo que, de otro lado, se ha saldado con un éxito tajante gracias a la colaboración de los más de 30 jugadores y entrenadores del Castelldefels que se han volcado en dicho evento “por amor al arte”. Bernardo Sesé (presidente del club) y Antonio Osasuna (directivo y principal encargado de organizar el evento) reconocieron estar muy satisfechos y contentos por el trabajo realizado. “Creemos que es una experiencia por la que merece la pena hacer este esfuerzo, ya que también damos la posibilidad de que cada año participen tres equipos del club en el torneo (mini, preinfantil e infantil) y puedan jugar contra las mejores canteras a nivel nacional”, explicó Osuna.

Con un aforo de más de 1.000 personas en la final, según datos oficiales del patronato de deportes de Castelldefels, el éxito de este torneo no es solo de los organizadores, sino del baloncesto en sí mismo. Pero, sobre todo, es una grandiosa oportunidad para los jóvenes jugadores que apuntan a lo más alto y empiezan con paso firme su carrera deportiva. Todavía les quedan muchas piedras con las que tropezar durante el largo camino que lleva a la cima, pero tal vez dentro de cinco, seis o siete años, uno de los jugadores que despuntó en el “Rey de Reyes” de Castelldefels esté haciendo lo propio entre los jugadores de élite. O quizás se trate de alguno de los jóvenes que aguarda ansioso dar el cambio físico para poder desarrollar su talento con las garantías que, de momento, su menudo cuerpo no le permite asumir. No sería el primero... Si no, que le pregunten a un tal Pau Gasol.

El resto del reportaje lo podéis encontrar en la revista digital del club, clickando aquí. 

2 comentarios:

  1. me encanta la reflexion de Manuel Bazan.
    vaya currada de articulo, me enganchado,
    castelldefels 15, barsa 107?? que pasa ahi tio? ese equipo pide un cambio de entrenador ya. mira a ver

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  2. Me alegro de que te haya gustado! Le eché muchas horas (era un trabajo para la universidad) y el resultado aún es más extenso y completo. Si entras en este enlace podrás ver 3 revistas maquetadas y editadas 100% por mí. La de Febrero también la he escrito en su totalidad: http://www.basquetfels.es/page1/index.html

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